Una planta de casi 300 mt2 con una increíble vista 360 donde los espacios fluyen y se funden para el pleno disfrute de este fabuloso piso.
Pero de la misma forma presenta algunas complejidades no menores.
Muchos metros donde sólo hay dos dormitorios y uno de ellos muy pequeño. Espacios integrados y amplios que en algún punto vuelven complejo lo simple. Pues lograr la funcionalidad de los espacios haciendo que se integren unos en otros y sin perder la liviandad y frescura de esas grandes áreas abiertas no es tarea sencilla.
Es poco lo que el cliente trae de su antigua vivienda. Apenas algunas piezas especiales de gran valor emotivo, y, sobre todo, mucho, mucho ARTE. Desde los cuadros hasta las esculturas, pasando por alfombras persas y orientales, elementos étnicos y recuerdos que van trazando un camino recorrido lleno de vivencias para atesorar y que hacen justamente HOGAR. Y así mismo una explosión de colores que también marca su impronta personal y con la que de inmediato nos sentimos identificados.
Frente al lienzo en blanco, apenas algunas intervenciones de color y papel tapiz generan los contrastes necesarios para darle volumen y espacialidad al ambiente evitando que todo nos quede en un mismo plano visual. Entonces el espacio se hace aún más amplio y permite realzar todo el espacio.
Se necesitaba la habitación de invitados y se necesitaba un home office. A su vez un espacio con muchas plazas para las grandes reuniones de amigos (tanto en el living como en las terrazas) que fuera versátil y que al mismo tiempo no terminara en llenar de muebles el espacio perdiendo justamente lo etéreo del mismo, y que lo hacía tan especial.
Muebles con mucho diseño. Una parte se trajo especialmente para el cliente. Cuero natural. Líneas puras y envolventes. Materiales y texturas combinadas con maestría. Otra parte (los dormitorios) se diseñaron a medida especialmente para este proyecto, volviendo una vez más a la creación de piezas únicas a la medida de este cliente para que tenga algo irrepetible y pensado especialmente para él.
La cama baja como es de su gusto, las mesas de luz que ensamblan con el detalle ripado detrás del respaldo de cama. Un respaldo con detalles también en cuero natural con una paleta de colores tierra y texturas que le suman calidez y sobriedad. Unas luminarias espectaculares donde el diseño también marca la pauta en cada pieza.
El cuarto de invitados cobra vida con el papel tapiz que en esta ocasión elegimos colocarlo en contra del manual. Preferimos colocarlo atravesado (apaisado) logrando un pequeño guiño en el diseño. Una luminaria de pie muy escenográfica y una paleta de colores vibrante hacen de este pequeño espacio algo muy especial y acogedor.
Pero sin lugar a dudas la vedete es la cama rebatible de dos plazas que permite tener en esta habitación además un sillón cama de una plaza que nos da un retiro de lectura en las tardes, o un espacio de reposo distendido para nuestro invitado en turno. Ambas opciones son válidas y conviven en pocos metros cuadrados sacándole partido a cada uno de ellos.
Los pasillos, con líneas puras y envolventes se desarrollan entre una serie de camineros africanos, obras de arte con mucho carácter, materiales y texturas que dialogan entre sí, y detalles que lo hacen personal y, sobre todo, hogareño.
El amplio espacio que conforman el living comedor con la cocina integrada es el gran desafío.
Una gran mesa de comedor con 12 puestos, una barra con varias butacas altas a juego con las sillas del comedor y una vista a la bahía que nos deleita. Afuera en la gran terraza, una mesa de exterior también de 12 puestos para los asados veraniegos, y plantas. Muchas plantas. La otra pasión de su propietario. Macetones que son piezas de arte, con plantas ornamentales pensadas para ese espacio y ese clima. Una barbacoa, iluminación para la noche y un sistema de toldos palilleros para disfrutar a pleno todo el año.
En el área del living un sillón de cuero espectacular con unas hermosas butacas que intercambian con los puff de cuero natural (4 de ellos que podemos mover y ubicar a demanda dependiendo el momento y las situaciones que se presentan en cada ocasión) Una mesa de centro con un diseño impresionante, cuyas líneas curvas y sutiles aportan dinamismo al espacio.
A un lado el pilar de soporte que atraviesa el ambiente es la excusa perfecta para generar dos espacios, dos escenarios complementarios al living, que se integran de forma natural y fluida.
Una poltrona EAMS en cuero natural armando un perfecto rincón de lectura que es acompañado por la luminaria de pie y una mesa lateral que es un delirio (también traída para este proyecto especialmente)
Del otro lado del pilar, el escritorio para Home Office ubicado de forma estratégica permite trabajar no solo con comodidad y confort, sino que desde esa ubicación domina la vista de todo el espacio y, sobre todo, disfruta de las dos líneas de hermosos ventanales a los lados. Tanto los del living, como los del comedor al otro lado. Desde ahí también se visualiza la cocina integrada por lo que permite el intercambio con el resto de los habitantes, aunque puede mantenerse al margen si está trabajando. La alfombra persa nos sirve para delimitar este espacio de manera clara, pero al mismo tiempo sutil.
Entre living y cocina comedor se ubica una pared que apenas hace de pantalla (aunque es el pretexto perfecto para pasar parte de los tableros de eléctrica del departamento). Elegimos resaltar la misma con un papel tapiz de diseño sobrio, pero a la vez con mucho carácter. Y sobre esta pared se ubican el antiguo mueble de roble familiar que alberga la colección de bebidas y el bar, y una obra de arte espectacular que además oculta los tableros mencionados.
El corte visual delicado y sutil que genera el papel tapiz sobre esta pared completa el espacio de manera genial, con delicadeza, pero con determinación.
Las obras de arte se ubican de forma equilibrada por toda la planta, ya sean cuadros como esculturas y otras piezas de menor tamaño que se ubican en la magistral biblioteca que recorre de extremo a extremo la sala con un diseño tan rupturista como perfecto.
Las alfombras, los tapices, los colores, las texturas son el sello personal de su propietario. Su esencia.
La lectura, las reuniones, la cocina con amigos, la vida misma reflejada en cada rincón de este departamento diseñado para vivir disfrutando a pleno.