Este departamento en la zona del puerto de Montevideo en un piso 14 se convierte en un cálido refugio de dos dormitorios generando espacios acogedores y envolventes, funcionales y apacibles, ideales para disfrutar la vida cotidiana en medio de la ciudad, pero lejos del estrés y el ruido. Suspendido en las alturas, se vuelve un remanso de calma para recargar las pilas al final de la jornada disfrutando las hermosas vistas rodeados de confort y funcionalidad. Optimización de espacios, almacenamiento diseñado a medida, una paleta de colores con caracter pero sin exageraciones y cada centímetro aprovechado al máximo y una iluminacion perfecta.